Manuel Regalado, el empleado de Claro investigado por los conocimientos que supuestamente tiene sobre el presunto fraude cometido en las elecciones municipales, habló en exclusiva con Noticias SIN sobre el trato que recibió mientras estuvo bajo custodia de las autoridades.“No era una investigación sino una cacería de brujas no para esclarecer sino para buscar un culpable”, dijo Regalado.
Narró que llegó “íntegro” a la oficina de un alto miembro de la Policía Nacional, del que no reveló el nombre.
“El resultado de todos esos interrogatorios es visible en la condición física”, dijo mostrando el brazo que actualmente tiene inmovilizado.
“Recibí algunas caricias por algunos agentes de la Policía”, respondió al ser preguntado quién lo golpeó.
Agradeció el apoyo que le ha dado la empresa de telecomunicaciones Claro en medio de el proceso que enfrenta.
“Tratar de buscar un culpable en mí de lo que estaba sucediendo” dice que fue el enfoque de las autoridades que han estado al frente de la investigación.
“Yo soy apolítico, no me gusta la política”, aseguró el empleado privado al decir que no quiere que su actuación se vea como un acto político porque, según aseguró, no lo es.
Dijo que se acercó al coronel asignado a Luis Abinader porque son amigos.
Explicó que al depurar el proceso el coronel Maruyama sí estaba autorizado para estar en la central de Claro donde él prestaba servicios la noche del sábado.
“Yo soy un peón dentro de todo y todo se rompe por lo más débil” dijo Regalado.
Criticó que no se cumpliera el debido proceso en su caso y se sintió atropellado.
Dijo que fue “interrogado” por unas ocho personas y que le amenazaron diciendo que su caso sería con el que estrenarían la ley de la JCE.