Los legisladores peruanos destituyeron este lunes al presidente, Martín Vizcarra, por “incapacidad moral permanente” y lo acusaron de recibir sobornos, en un hecho que no ocurría hace dos décadas.
Con 105 votos a favor de la vacancia, 19 en contra y 4 abstenciones, el Congreso –elegido en enero para reemplazar al disuelto por Vizcarra en septiembre de 2019– sacó del poder al mandatario. En medio de la pandemia del nuevo coronavirus, los parlamentarios acusan a Vizcarra de recibir más de 630.000 dólares en sobornos por dos obras de infraestructura licitadas cuando Vizcarra era gobernador regional entre 2011 y 2014.
Perú seguía en incertidumbre política mientras los legisladores debatían si destituían o no al presidente Martín Vizcarra, en el segundo intento en menos de dos meses y durante la pandemia. Para vacar a Vizcarra se deben obtener 87 de los 130 votos del Parlamento, pero los resultados aún son inciertos.
Las acusaciones de varios legisladores se han extendido y algunos incluso lo llaman mentiroso y critican su manejo del país para frenar los contagios por el nuevo coronavirus.
Los parlamentarios acusan al mandatario de recibir más de 630.000 dólares en sobornos por otorgar la construcción de un proyecto de irrigación y de un hospital en la región de Moquegua que fueron licitados cuando Vizcarra era gobernador regional entre 2011 y 2014. Cecilia García, del partido Podemos Perú, indicó que Vizcarra mentía “por salvar su pellejo” y que una “persona mentirosa… no merece ni siquiera recibir la bendición de cada luz del amanecer”. Erwin Tito, del partido Fuerza Popular que dirige la opositora Keiko Fujimori, comentó que el gobierno administró la pandemia de forma “genocida” con hospitales sin infraestructura, poco oxígeno y escasos medicamentos.
“Mi voto será a favor de la vacancia”, dijo. Otros como Francisco Sagasti, del centrista Partido Morado, indicó que las acusaciones de corrupción sobre Vizcarra “deben verse al término de su mandato y las acusaciones contra los congresistas deben seguir su curso establecido…pero que sea una administración justa”. Más temprano, Vizcarra dijo en el Congreso que un nuevo pedido de destitución en su contra está basado en declaraciones no corroboradas y que su salida podría llevar al caos a Perú.
Vizcarra se defendió en un discurso de casi una hora y entre abucheos les recordó a 68 de los 130 parlamentarios que también afrontan acusaciones por diversos delitos ante la fiscalía. “¿Tendrían también que dejar sus cargos por ello? ¿Sin que la investigación fiscal haya sido concluida?”, les dijo.
Los legisladores apoyan sus acusaciones en una investigación fiscal inconclusa en la cual gerentes de constructoras locales, que buscan purgar menos años de cárcel por sus delaciones, acusan a Vizcarra de recibir el dinero. Los aspirantes a colaboradores aún no han presentado pruebas concluyentes. Los legisladores buscan destituir a Vizcarra por “incapacidad moral permanente”, una causal confusa en la constitución que, según los expertos, es tan amplia que puede ser usada de acuerdo con la conveniencia de quien la plantee. Vizcarra llegó al poder en 2018 en reemplazo del renunciante Pedro Pablo Kuczynski, de quien era vicepresidente. Kuczynski se convirtió en mandatario en 2016 con una bancada de 18 legisladores.
Cuando Vizcarra subió al poder, la bancada oficialista dejó de apoyarlo. Con el cierre del Congreso en 2019 y el nuevo Parlamento, el presidente se quedó sin legisladores. Desde 2017 se han acumulado cuatro intentos de destitución presidencial en el Parlamento: dos contra Kuczynski -que renunció a la presidencia en medio de uno de esos procesos- y otros dos contra Vizcarra. El analista político Alonso Cárdenas comentó que ahora en Perú es más fácil destituir a un presidente que a un alcalde.
“Si quieres sacar al alcalde de Lima necesitas un millón de firmas, si quieres sacar a un presidente solamente 87 votos en el Congreso”, dijo Cárdenas, profesor de gestión pública en la universidad jesuita Antonio Ruíz de Montoya. Los últimos presidentes antes de Kuczynski -Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016)- tuvieron bancadas parlamentarias sólidas que impidieron a los opositores sumar 87 votos de los 130 que tiene el Parlamento y así pudieron concluir sus mandatos.
Todos ellos, incluido Kuczynski, fueron investigados por presunta corrupción con la constructora brasileña Odebrecht. Toledo está preso en Estados Unidos esperando una extradición a Perú, García se suicidó minutos antes de ser detenido por la policía, mientras que Humala y Kuczynski se encuentran en prisión domiciliaria esperando ser enjuiciados. La crisis política en Perú ocurre mientras la pandemia del nuevo coronavirus ha dejado más de 922.333 contagiados y 34.879 fallecidos, según el centro de Ciencia e Ingeniería en Sistemas de la Universidad Johns Hopkins y uno de los más profundos impactos económicos a nivel global.
El Banco Mundial ha pronosticado una caída de 12% del Producto Interno Bruto de Perú para este año. Si Vizcarra logra sobrevivir al pedido de destitución culminará su gestión el 28 de julio de 2021, cuando entregue el poder al ganador de las elecciones presidenciales programadas para abril.
AP-WF-11-10-20 0033GMT