Gao Fu, director del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de China, negó el domingo haber dicho que las vacunas chinas contra el COVID-19 son poco efectivas, y aseguró que el revuelo provocado por sus declaraciones se debió a “un completo malentendido”.
En una entrevista con el diario oficial chino Global Times, Gao dijo que lo que propuso para optimizar los procedimientos de vacunación se interpretó como que la eficacia de las vacunas de China es baja. Fue “un completo malentendido”, aseguró.
“Las tasas de protección de las vacunas en todo el mundo a veces son altas, otras bajas. Mejorar la eficacia es una cuestión que debe ser considerada por científicos en todo el planeta”, dijo Gao.
La aclaración llega después que Fu admitiera en una conferencia el sábado que las fórmulas chinas “no tienen tasas de protección muy altas”.
Fue la primera vez que un reconocido experto chino mencionó públicamente la eficacia relativamente baja de las vacunas producidas por su país, mientras Beijing continúa con su campaña de vacunación masiva y exporta dosis a todo el mundo.
Sin embargo, este domingo Gao aclaró que propuso optimizar los procedimientos de vacunación, como mezclar diferentes vacunas y modificar la secuencia de dosis para mejorar la eficacia, debido a las diferencias de eficacia entre los distintas fórmulas.
“En este sentido, sugiero que podamos considerar ajustar el proceso de vacunación, como el número de dosis e intervalos, y adoptar la vacunación secuencial con diferentes tipos de vacunas”, explicó.
Gao agregó que quedan muchos problemas científicos por estudiar, ya que es la primera vez que los humanos se encuentran con el COVID-19.
Gao dijo que todas las vacunas actuales se han desarrollado sobre la base de vacunas para otros virus y deben mejorarse y ajustarse aún más de acuerdo con las características del coronavirus y el resultado actual de la vacunación.
Eficacia limitada
El requisito de la OMS para la eficacia de una vacuna COVID-19 es del 50 por ciento o más, y el umbral calificado para la mayoría de las vacunas en el mundo que se comercializarán es de aproximadamente el 70 por ciento o más. China ha publicado la primera edición de las directrices sobre la vacunación contra COVID-19 y “este es el mejor enfoque en la actualidad”, según Gao.
También enfatizó que las vacunas deben compartirse globalmente de manera justa y pidió pidió que las personas reciban una inyección, ya que los beneficios de la vacunación superan con creces los riesgos. “Las vacunas deben usarse de manera justa y el mundo debe compartir las vacunas. Si el mundo no comparte las vacunas, el virus compartirá el mundo”, dijo.
China ha administrado unos 161 millones de dosis desde que comenzó a vacunar a la población el año pasado (la mayoría necesita dos inyecciones) y quiere que el 40% de sus 1.400 millones de habitantes estén inmunizados para junio.
Pero muchos no parecen apurarse, debido a que la vida es prácticamente normal fronteras adentro y los brotes internos se hallan bajo control.
Anteriormente Gao ya hizo hincapié en que la mejor forma de prevenir la propagación de la enfermedad es la vacunación, y en una reciente entrevista con la prensa local dijo que China se propone vacunar a entre el 70 y el 80% de la población entre finales de este año y mediados de 2022.
Probar distintas tecnologías
En la conferencia celebrada el sábado en la ciudad china de Chengdu, Gao agregó que una opción para solventar el problema de la eficacia es alternar el uso de dosis de vacunas elaboradas con distintas tecnologías.
Es una opción que también examinan expertos en salud de otros países.
Gao estima que los expertos no deben ignorar las vacunas de ARN mensajero (ARNm) solo porque ya hay varias vacunas en el país y aboga por un mayor desarrollo.
Actualmente, ninguna de las vacunas aprobadas condicionalmente para el mercado chino son ARNm. Entre los que utilizan esta tecnología figuran el gigante farmacéutico estadounidense Pfizer, la empresa alemana BioNTech y Moderna.
China tiene cuatro vacunas aprobadas condicionalmente, cuyos niveles de eficacia publicados son inferiores a los productos de Pfizer-BioNTech y Moderna, que alcanzan el 95% y el 94% respectivamente.
La china Sinovac afirma que los ensayos realizados en Brasil demuestran aproximadamente un 50% de eficacia en prevenir la infección y un 80% en evitar los casos que necesitan intervención médica.
Las vacunas de Sinopharm, en cambio, tienen una eficacia de 79,34% y 72,51% respectivamente, mientras que la de CanSino es de 65,28% pasados 28 días.