Quienes hablamos del gobierno de Danilo Medina como un grupo mafioso no sabíamos del credo la mitad. Las auditorías publicadas hasta ahora por la Cámara de Cuentas reflejan un auténtico asalto al Estado en favor de la familia Medina.
Ayer se publicó la investigación de la compra de asfalto o AC-30 a la empresa General Supply, una más del entramado societario creado por el pulpo Alexis Medina Sánchez.
La mayoría de los ciudadanos conocimos de los contratos mafiosos para suplir AC-30 cuando la hermana del entonces procurador general de la República sometió por difamación a Marino Zapete. Zapete denunció los contratos con la empresa ASIMRA firmados por el entonces ministro Gonzalo Castillo y donde Maybeth Virginia Rodríguez firmaba como apoderada sin que aparentemente formara parte del capital accionario de la empresa. Una sabe la mafia que nos gobernaba cuando quien es sometido a la justicia no es el ladrón sino quien lo denuncia.
Ahora sabemos que Castillo no solo firmó el contrato de ASIMRA, el pulpo Alexis jugó en todas las bases y el ministerio de Obras Públicas, que tradicionalmente maneja uno de los mayores presupuestos del Estado estaba en su carpeta de clientes.
Solo en pagos sin evidencias, la CC habla de 3,500 millones de pesos, pero la diferencia entre lo importado y lo facturado es de 359 millones de pesos y los pagos en exceso al monto contratado superan los 480 millones de pesos.
Esos números solo ratifican que las arcas nacionales eran una llave abierta para Alexis Medina quien aparentemente bailaba en todas las fiestas. Porque siempre era invitado.
Es posible que Danilo Medina no hablara con su ministro de obras publicas, su ministros de salud, su director de policía o el director de la Oficina Supervisora de Obras del Estado para que favoreciera a su hermano, pero alguna señal debió existir.
Hace un año cuando se presentó la solicitud de medida de coerción en el caso pulpo, se informó que Alexis Medina había manejado 4, 790 millones de pesos en contratos con el Estado a través de 7 empresas. Una de ellas es General Supply que firmó un contrato tan bien hecho que no tenía clausula del monto contratado. Algo así como una llave abierta.
El caso pulpo debe ir a los tribunales hoy y habrá que comprarse una sumadora para saber hasta donde llegó la angurria de Alexis Medina y la incapacidad de su hermano para saber lo que pasaba en su gobierno.
Gonzalo Castillo será solo un daño colateral porque el rancho sigue ardiendo.