La constructora brasileña Odebrecht negó ayer que Rodrigo Tacla, en libertad provisional en España por corrupción, haya sido su abogado, pero sí admitió que colaboró en «actividades ilícitas» ya confesadas por la empresa a la Justicia.
La constructora, protagonista de un escándalo de corrupción con tentáculos en varios países, se pronunció este viernes sobre sus relaciones con el abogado brasileño tras una entrevista a un diario español en la que éste acusó a Odebrecht de haber sobornado a más de mil personas en el mundo.
Según un comunicado divulgado por la empresa en Sao Paulo, al contrario de lo que Tacla «afirma en su entrevista (al diario español El País), nunca ha actuado como abogado en cualquier empresa del Grupo Odebrecht».
De acuerdo con la constructora, Tacla «fue un operador financiero que tuvo participación en actividades ilícitas ya informadas por Odebrecht a las autoridades en su proceso de colaboración».
Las declaraciones de Tacla han puesto especialmente contra las cuerdas al presidente panameño, Juan Carlos Varela, pese a que el gobernante niega enfáticamente haber recibido apoyo financiero para su campaña en 2014 y que haya influido para dilatar las investigaciones del escándalo global.
En una entrevista publicada el jueves por El País, Tacla dijo que Odebrecht financió la campaña tanto de Varela como de su principal rival en las últimas elecciones presidenciales, José Domingo Arias, el candidato apoyado por el entonces presidente, Ricardo Martinelli, y quien también niega haber recibido ese apoyo económico.
«Odebrecht está colaborando con las autoridades para el esclarecimiento de todos los hechos revelados y reafirma su compromiso con la verdad y con una actuación ética, íntegra y transparente en Brasil y en todos los mercados en los que actúa», puntualizó el comunicado.
Tacla se encuentra en España, donde será juzgado después de que la Audiencia Nacional rechazara su extradición a Brasil, que le reclama por supuestamente lavar más de doce millones de euros (unos catorce millones de dólares) por orden de Odebrecht, lo que el abogado niega.
El grupo brasileño Odebrecht es el principal contratista de Panamá desde 2006 con más de 10.000 millones de dólares en contratos públicos.