SANTO DOMINGO.- Aún nos parece inconcebible que 13 años después de El Informe haber sido el primer programa en reportar cómo se gastaban los recursos del Fondo de Asistencia Social del Senado, conocido como el Barrilito, estemos debatiendo su posible eliminación.
En 2007, encontramos pagos para la distribución de agua, decenas de facturas dedicadas a la compra de medicamentos, análisis de laboratorios, e indicaciones de estudios.
También facturas de compra de sacos de arroz, azúcar, habichuelas, aceite, entre otros productos.
Uno de los renglones más utilizados en ese entonces y más difíciles de justificar eran las ayudas económicas fijas.
Dos años más tarde en 2009, regresamos, esta vez, luego de haber revisado 6 provincias, nos negaron la entrada al día siguiente. Solo en esas seis demarcaciones, revisado facturas de dos meses, detectamos nuevamente las ayudas fijas, en una provincia representaban el 72 por ciento de los fondos recibidos, esto grita clientelismo. También revelamos que en el Sur, entre las ayudas, 10 eran familiares del senador.
Al descubierto también quedaron cheques para cerveza, ron, whisky, y hoteles frecuentados.
En 2016, regresamos, esta vez, a revisar los gastos de este barrilito senatorial de las 32 provincias para los años entre 2010 y 2016.
Nuevamente las bebidas alcohólicas, como Cerveza y Ron aparecieron junto a facturas para almuerzos, pagos de deudas e hipotecas, patrocinios a reinas de bellezas, artistas y periodistas.
Hasta el pago de facturas de teléfonos personales y la compra de ropa interior, incluyendo: boxers, panties y baby doll, fue de gran sorpresa.
En este entonces el monto anual de este fondo ascendía a 200 millones de pesos, ahora está por encima de los 250 millones.
¿Qué esperamos para eliminar el famoso barrilito que nada tiene que ver con la labor de los senadores, que es legislar?
El presidente de ese hemiciclo, Eduardo Estrella, y el Senador de la Provincia de Santo Domingo, Antonio Taveras, han renunciado a estos privilegios y no aparecen con partidas.
Tienen una gran oportunidad, los otros 30 senadores de seguir los pasos de Estrella y Taveras, y demostrarle al pais, que están dispuestos a aportar en estos momentos de crisis, y no uso la palabra sacrificarse, porque no es un sacrificio personal.
Nos produce gran desaliento que en el nuevo Congreso hayan aún voces con el descaro de decir que seguirán recibiendo este cuestionado privilegio, en un país donde hay tantas carencias.
Esperábamos que ante tantas proclamas de cambio, sus pronunciamientos estuvieran respaldados en la práctica por sus acciones. Todavía hay tiempo para recapacitar y dar ejemplo de decencia política. Por sus frutos los conoceréis.