El coronel del Ejército Rafael Collado Ureña, preso en Puerto Rico por narcotráfico, y su presunta cómplice María Carmelina Polanco Taveras tenían pensado gestionar el envío de 100 kilos de cocaína hasta Puerto Rico si una primera operación narcótica que realizarían resultaba con éxito.
Así se hace constar en la acusación que fue levantada contra el oficial y Polanco Taveras, quienes fueron apresados en la vecina isla.
Ambos deberán defenderse en una corte federal de los cargos de conspiración para importar y distribuir sustancias controladas en Puerto Rico, delitos penados en el título 21 del Código estadounidense.
Investigación
En la acusación David Flores, agente especial de la Administración para el Control de Drogas (DEA), señala que ese organismo investigaba a los imputados desde junio de 2016.
Para ello se apoyaron en un agente encubierto, quien sostuvo varios encuentros con los imputados durante el transcurso de la investigación.
En el documento acusatorio el agente es identificado con las siglas UC #1.
Desde esa fecha la agencia afirma que pudo determinar las coordinaciones para el contrabando de drogas que realizaban los imputados, por lo que se les dio un estricto seguimiento por diversas vías.
Las gestiones
La agencia antidrogas estadounidense sostiene que el agente encubierto se reunió con los prevenidos entre el 25 y el 26 de mayo de este año para discutir el envío de 20 kilos de cocaína a Puerto Rico.
El encuentro se produjo en un restaurante de Santo Domingo.
“Durante la reunión del 25 de mayo de 2017, Collado afirmó que él tenía dinero para comprar 8 kilos de cocaína para ser transferidos a UC #1 para el transporte posterior a Puerto Rico”, explica la acusación en uno de sus puntos.
El relato señala que durante ese encuentro el oficial le entregó US$60,000 en efectivo al agente encubierto para realizar la compra de esa droga.
Dicha cantidad sobrepasa los 2 millones de pesos.
Esta reunión fue grabada en audio y video, se especifica al final de cada afirmación hecha en el expediente acusatorio.
En su informe la DEA indica que esos montos posteriormente fueron devueltos por el agente a los imputados.
Un negocio gradual
Durante el transcurso de la investigación no solo fueron grabadas las reuniones, sino llamadas telefónicas.
En la acusación se hace referencia a una conversación sostenida entre el agente encubierto con Polanco Taveras el 27 de mayo de este año.
En esa conversación la DEA refiere que la imputada le explicó al agente que si los 8 kilos de cocaína eran transportados con éxito a Puerto Rico se organizaría otra operación, esta vez de 100 kilos.
Polanco Taveras le pidió al agente que realizara el negocio porque “habían gastado mucho dinero en intentos previos de contrabando de narcóticos”.
Conclusión de la DEA
“Basado en lo anterior, creo que hay causa probable que el coronel dominicano Rafael Bienvenido Collado Ureña y María Carmelina Polanco Taveras cometieron ofensas de crímenes federales en la violación del título 21 del Código de los Estados Unidos”, explica la última parte del expediente. La acusación, firmada por el agente especial de la DEA, David Flores, consta de 10 puntos.
En la parte introductoria Flores afirma que es agentes especial de la DEA desde 2005 y está asignado a la división caribeña en San Juan Puerto Rico.
Así mismo, refiere que ha dirigido investigaciones a gran escala de organizaciones de narcotraficantes.
El coronel Rafael Collado Ureña fue el único militar que asistió uniformado al entierro del también coronel José Amado González González, quien fue un cercano colaborador del capo boricua José David Figueroa Agosto.
Este hecho ocurrió en 2009.
Organismo dice recibieron 400 kilos
En la acusación que deberá ser valorada por un juez federal, la DEA indica que en abril de este año los imputados viajaron a Puerto Rico para recibir un cargamento de 400 kilos de cocaína que había sido importado desde Colombia.
Este es el único relato que aparece escrito a lapicero en la acusación, precedido por las iniciales del agente especial David Flores (DF).
En este apartado se indica que ese mismo mes ambos retornaron a la República Dominicana, pero antes se pusieron en contacto con el agente encubierto para indicarle que posteriormente realizarían otra operación.
Hasta el momento se desconoce cuándo los imputados serán presentados ante la corte para que respondan las acusaciones que pesan en su contra.
En lo adelante el reto de la DEA es demostrar con pruebas todas y cada una de las acusaciones que hace contra los imputados.
Collado Ureña ingresó a la Academia Militar “Batalla de las Carreras” en 1990. Aunque al momento de su apresamiento estaba sin funciones, el ministro de Defensa especificó que ha estado involucrado en el tema de los deportes.