Una soberbia derrotada
Por Cristian Mota
La derrota que ha sufrido el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) trae consigo la soberbia, considerada por Santo Tomás de Aquino, como “el apetito desordenado de la propia excelencia de uno mismo.
El lunes 23 de julio del 2019, el presidente de la República, Danilo Medina, anunció que decidió no optar por otro período gubernamental, medida que puso fin a la incertidumbre que se había generado durante meses sobre una posible reelección suya que sería posible modificando la Constitución.
Todos los que vimos el discurso esa noche notamos la soberbia que expresaba el presidente Medina, ante la impotencia de lograr una posible reelección que los llevaría un tercer periodo, las acciones no se hicieron esperar y con malas decisiones.
Para ese entonces el PLD tenía a Leonel Fernández, Reinaldo Pared Pérez, Temístocles Montás, Radhamés Segura, Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito, Andrés Navarro, Manuel Crespo, Maritza Hernández y Melanio Paredes como precandidatos y Danilo seleccionó a Gonzalo Castillo como su candidato, lo que fue su peor error.
El presidente hizo renunciar a los precandidatos de su sector dentro del partido, lo que ha vista de todos no fue la mejor opción.
Dicen que los errores en política se pagan caros y en esta ocasión acompañado de la soberbia que según Mahoma “No entrará al Paraíso quien tenga en su corazón un átomo de soberbia”, hoy vemos el resultado de la mala elección del presidente.
La imposición de Gonzalo Castillo conllevó la división del partido creado por Juan Bosch en 1973, producto de un dudoso resultado de las primarias de octubre pasado, donde Gonzalo Castillo, se impuso al expresidente Leonel Fernández, por un estrechisimo margen de cerca de 12.700 votos, pero este rechazó la validez de los resultados, llevándolo a salir de la organización que fundara junto a Bosch.
El PLD desgastado en el poder y dividió, sufrió su primera derrota después de 16 años controlando todo, perdiendo las elecciones municipales. Castillo como candidato no logró captar con la población a pesar de lo exorbitantes gasto del gobierno.
La frustración se apoderó del presidente Medina que en medio de esta pandemia se vio obligado a salir en apoyo de sus candidatos, tanto a la presidencia como los congresuales, pero no tuvo un resultado positivo.
La soberbia lo derrotó, sus pronunciamientos de que las alianzas opositoras eran de macos y cacatas, mostraron su sed de venganza por no poder modificar la Constitución, el presidente Danilo Medina se creyó por encima de todo.
Termino diciéndole presidente que el poder absoluto niega la democracia y nuestra República Dominicana en una nación democrática y que su soberbia fue derrotada por pueblo, para preservar la concepción de Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella de ser libre y soberana.