Kubiak y Núñez se destacaron para los Leones sobre las Águilas. Los Toros derrotaron al Licey y suman 12 triunfos
Un momento. No tan rápido. Falta pelota para definir el cuadro de la final otoño-invernal.
Los Leones del Escogido, llamados los “Duros de Matar”, fueron a Santiago y castigaron 9-4 a las Águilas Cibaeñas, mientras que en el Estadio Quisqueya de la Capital, los Toros, únicos clasificados a la final, vencieron 7-3 al Licey. La marca de los taurinos es de 12-5. Dominio puro y simple.
El triunfo de los Leones les permite empatar con las Águilas, ambos con registro de 7-10, y, a la vez, ambos se colocan a un juego del Licey (8-9) por la importante segunda plaza.
David Kubiak (2-1) dominó a las Águilas con siete entradas de cinco hits y dos carreras, mientras que Gustavo Núñez dio un jonrón de tres vueltas para virar el marcador en el cuarto episodio, cuando los Leones, que estaban debajo 2-1, se pusieron delante 5-2, ventaja que jamás perdieron. El revés fue para Javier Solano (0-1).
En la Capital, los Toros pasearon al Licey. Hicieron dos carreras en el primer acto, tres en el segundo, una en el tercero y otra en el quinto para sumar su octava victoria en los últimos nueve partidos, dando continuidad a su dominio en este fase de la justa.
Ganó el relevista Anthony Carter (3-0) y perdió Esmil Rogers (0-1). El Licey ha perdido seis de los últimos siete, pero aún sigue en el segundo puesto.
En caso de triple empate
Ahora el Escogido está en pelea y controla su destino al igual que su rival de esta noche, el Licey. Si los Leones se imponen, empatarían con los azules y obligarían a la celebración de al menos un partido extra.
Victorias hoy de las Águilas y el Escogido darían como resultado un triple empate, ya que amarillos, rojos y azules tendrían foja de 8-10, mientras que un triunfo de los Tigres sería el cierre del Todos contra Todos y la final arrancaría el viernes en La Romana.
En el escenario de triple empate, el primer criterio que define es el de las series particulares y el segundo, es el de las carreras a favor y en contra. En ambos casos, se sienta el equipo que encabece dicho renglón (series particulares o el diferencial de carreras) mientras los otros dos celebran un partido decisivo.
Quien resulte vencedor se mide al que descansó y entonces, el ganador de ese encuentro pasa a la final. No se mueva que esto se pone bueno.
Fuente: Yancen Pujols | El Caribe