Francisco Tavárez «El Demócrata» analiza las delaciones de Raúl Alejandro Girón. Como ya se ha publicado el mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez, describió con lujo de detalles cómo era supuestamente recaudado y distribuido el dinero entre los miembros de la red de Adán Cáceres , así como los mecanismos de lavado empleados.
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Al tomar el último turno de los imputados del caso de corrupción gubernamental destapado tras la operación Coral, el mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez, quien fue encargado de nómina de los dos organismos castrenses involucrados en el caso, describió con lujo de detalles cómo era supuestamente recaudado y distribuido el dinero entre los miembros de la red, así como los mecanismos de lavado empleados.
Girón Jiménez aseguró que “no iba a defender mentiras” mientras transcurría la audiencia de medidas de coerción en su contra y en contra del mayor general Adán Cáceres Silvestre, el coronel policial Rafael Núñez de Aza, la pastora Rossy Guzmán Sánchez, el cabo policial Tanner Flete Guzmán y el sargento de la Armada Alejandro José Montero Cruz, contra los que el Ministerio Público pide 18 meses de prisión preventiva y declaratoria de caso complejo.
Cuando llegó su momento de subir al podio y hablar ante la jueza Kenya Romero, de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, el encartado aseguró que asume todas las imputaciones que le hace el Ministerio Público.
En su relato, indicó que el coronel Núñez de Aza, al llegar al Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (Cestur) le propuso cambiar el funcionamiento de la nómina, en el que el dinero de los despidos iba a parar a manos de una persona.
Dijo que en el Cestur el director financiero, el coronel Elvis Alberto Muñoz Peralta, y el entonces auditor, Rafael Núñez de Aza, tomaron control de la nómina, quitándoselo al departamento de recursos humanos.
Aseguró que Núñez de Aza estableció la venta de “especialismos” en el Cestur, que según manifestó, todavía opera pese al cambio de gobierno.
Añadió que todo el dinero recopilado por parte del entramado era entregado de noche en la casa de Núñez de Aza.
El imputado afirmó que, a fin de mantenerse en el área financiera del Cestur, Rafael Núñez de Aza llegó a “comprar” a los recién designados directores con hasta RD$10 millones.
Apuntó que en el celular que el MP le allanó había conversaciones sobre las órdenes que le hacía Núñez de Aza de parte de Cáceres Silvestre, entonces jefe del Cuerpo Especializado de Seguridad Presidencial (Cusep), y del general de la Fuerza Aérea Juan Carlos Torres Robiou, a quien señaló como el propietario del apartamento de Las Terrenas que el MP menciona en su expediente.
Se confiaron demasiado. El mayor reveló que Núñez de Aza le ordenaba borrar las nóminas al salir de una institución, pero que el mayor las colocó junto a otras informaciones en un servidor personal.
Externó que el entramado “saturó” la capacidad de recolección de dinero y que llegó un punto en el que la misma persona cobraba 14 veces para distribuirle el dinero a los jefes.
Señaló que como consecuencia de ello, hoy en día hay “miles” de personas involucradas en la red.
“El exceso de poder de las pasadas autoridades las hizo descuidarse”, expresó el imputado mientras era escuchado atentamente por todos en el tribunal.
Afirmó que toda la información que se enviaba desde el Cusep hacia el MP, mientras este organismo realizaba su investigación, era revisada por el mayor general Cáceres Silvestre antes de ser despachada.
Ha recibido presión. Girón aseveró que mientras ha estado detenido tras los arrestos, su familia ha recibido mucha presión.
Responsabilizó a todos los oficiales que mencionó en sus declaraciones de cualquier cosa que le pueda pasar a él o a su familia.
Expuso en el tribunal que los militares no se sienten cohibidos de cometer fechorías porque las cárceles donde estos son recluidos les permiten amplios privilegios, especialmente si poseen altos rangos.
Tras casi once horas de audiencia, en la que además de Girón expusieron las defensas de los demás imputados, la jueza Romero ordenó un receso hasta hoy a las 2:00 de la tarde.
Movido por la fe
Al tomar la palabra, el mayor general Cáceres Silvestre, miembro de una iglesia bautista, hizo referencia al pasaje bíblico en el que Jesús fue juzgado ante Poncio Pilato, quien le preguntó al mesías si era el rey de los judíos, a lo que Jesús respondió: “Mi reino no es de este mundo”.
Dijo que lleva 12 días detenido y que apenas se entera de qué hora es y que desconoce las presiones que pueden rodear este caso.
“Para mí la libertad no es salir de ese calabozo en el que yo llevo preso 12 días”
Aseguró que el objetivo de crear la Asociación Campesina Madre Tierra fue generar recursos para ayudar a los pastores.