La Policía Nacional apresó ayer a Miguel Ángel Reynoso Jiménez (Negro) de 28 años confeso agresor de un niño de 9 años de edad, en un hecho ocurrido el pasado lunes en la comunidad El Hoyo de María, del Ensanche Isabelita, al este de la capital.
El detenido al ser cuestionado por los investigadores admitió haber cometido el atroz crimen, al apuñalar, abusar sexualmente y posteriormente quemar al infante Leonardo Montero.
Además, Reynoso explicó que luego de cometer el hecho se marchó de la casa y fue a un colmado cercano, por lo que al escuchar la alarma de algunos vecinos de que la casa donde residía el niño se estaba quemando, le pidieron ayuda para apagar el fuego.
También confesó que anteriormente había sido apresado tras ser acusado de abuso sexual de una niña de ocho años; otra por asuntos de drogas, mientras que, al ser depurado en los archivos policiales, figura con registro en los años 2012 y 2013 por robo en casa habitada.
El acusado se encuentra detenido en el destacamento del Ensanche Felicidad, del sector Los Mina, donde es interrogado para determinar los motivos que lo llevaron a cometer el hecho para en las próximas horas ser puesto a disposición de la justicia.
Previamente, la Policía Nacional había apresado a tres hombres acusados por la madre como posibles autores del crimen.
Dolor e impotencia
Junto con Leonardo, vivía su madre Mónica Montero y la pareja de esta, quienes ese lunes en la mañana se levantaron un “poquito pasado de hora” y decidieron dejar al niño durmiendo porque ya se encontraba tarde para llegar a su escuela a tiempo ese día.
Leonardo cursaba el tercer grado de la primaria y todos los días iba para donde una tía después de la escuela.
Los residentes de la zona coinciden en que Leonardo era un buen muchacho que acostumbraba a jugar mucho con sus amigos cerca de su casa.
“Algo hiperactivo como todo niño de 9 años, pero era un ángelito”, expresó Rafael Núñez, padre de uno de los amigos de Leonardo.
El cuerpo de Montero fue encontrado al mediodía del lunes debido a una gran humareda que salía desde la casa, lo que hizo a los vecinos pensar que a primera instancia había sido un corto circuito.
El embajador de República Dominicana ante Estados Unidos, José Tomás Pérez, dijo que el atroz asesinato del niño, lo ha “tentado” a considerar la idea de instaurar la pena de muerte en el país.
“Primero los 4 crímenes del Chamán, ahora el de un niño de 9 años asesinado a puñaladas y luego quemado. A veces nos vemos tentado a pensar en la pena de muerte para casos horrendo como estos”, dijo Pérez. informó el periódico Listín Diario