CARACAS.- Miles de opositores se concentran hoy en varios puntos del este de la capital venezolana para participar en la denominada “Toma de Caracas”, una marcha del antichavismo para demandar a las autoridades una fecha para el referendo revocatorio del presidente del país, Nicolás Maduro.
Los participantes respondieron al llamado de la alianza de partidos Mesa de la Unidad Democrática (MUD) desde primeras horas de la mañana y se congregaron en seis puntos de la ciudad vestidos de blanco y ondeando banderas de Venezuela.
Muchos de los varios miles de manifestantes que se dan cita en la capital venezolana viajaron desde el interior del país pese a los supuestos impedimentos de las autoridades que, según los dirigentes de la MUD, han restringido el acceso a la ciudad bloqueando alguna autopista.
“Estamos presionando para que se nos reconozca y nos respete el derecho constitucional de revocar el Gobierno este año, y en la misma medida que nos afanamos en hacerlo de forma democrática y constitucional el Gobierno sigue tratando de impedirlo de cualquier forma”, dijo el presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup.
El también secretario general del partido Acción Democrática (AD) afirmó desde uno de los puntos de concentración que al final de la manifestación “se van a anunciar las próximas acciones” con las que la oposición venezolana presionará para la activación este año del revocatorio, que viene intentando desde abril.
En referencia a la denuncia del Gobierno de supuestos planes violentos para esta manifestación promovidos por los líderes opositores, Ramos Allup reiteró que esta actividad debe “terminar conforme a los previsto, de manera pacífica, democrática, como una gran demostración de respuesta cívica y deseo del pueblo venezolano de activar el referendo revocatorio”.
“No prevemos ni deseamos ni queremos otro desenlace que no sea ese”, agregó.
Los puntos de concentración siguen sumando a cientos de partidarios pese a las denuncias de los dirigentes de la MUD de que alcabalas (puestos de control policial) han impedido el acceso de muchos opositores hasta la ciudad.