No a las tres Causales
Omayra Álvarez
Punto. Las soluciones a los problemas de violaciones sexuales deben estar enfocadas en prevenir. Chance. Todos los que están en el vientre merecen vivir
El tema de las tres causales es tan político, inhumano e inconstitucional, que aquí dejo plasmada mis razones por las que digo “No, las tres causales.
1.- Cuando el embarazo pone en peligro la vida o la salud de la madre.
Esta causal ni tiene razón de ser, ya que en el mismo proyecto de Código Penal que está siendo paralizado por dicha causal, contempla lo siguiente en su artículo 112: “la interrupción del embarazo, practicado por personal médico especializado en establecimientos de salud, públicos y privados, no es punible, si con antelación para salvar las vidas de la madre y del feto en peligro, se agotan todos los medios científicos y técnicos disponibles hasta donde sea posible”.
Es decir que nos mienten diciendo que si la madre está en peligro, el aborto debe ser despenalizado, cuando ya está escrito que no habrá penalidad para el doctor que lo haga correctamente y ponga todo su empeño para salvar las dos vidas.
Claro que las mujeres tienen derecho a decidir sobre sus cuerpos, pero no a matar el bebé que tiene su propio cuerpo. No es lo mismo que se luche hasta el final por las dos vidas y si no se puede se elija la madre, a que intencionalmente no se le dé la oportunidad a la criatura y se asesine con premeditación.
2.-Por malformación incompatible con la vida.
¿Quienes somos nosotros para decidir quien vive y quien no? En un Estado Social y Democrático de Derecho, como lo es la República Dominicana de acuerdo con el artículo 7 de nuestra Constitución, este tipo de postulados no debe tener cabida.
Toda vida cuenta
El Estado debe procurar el respeto de la dignidad humana bajo cualquier circunstancia de discapacidad que pueda presentar el ser humano en cualquiera de sus etapas de vida, incluyendo la intrauterina.
De lo contrario, se estaría abriendo paso al denominado “aborto eugenésico”, que está sustentado en el falso postulado de que solo las vidas de “los fuertes y sanos” o de aquellas vidas que se conciben y nacen bajo las circunstancias perfectas cumplen con el criterio requerido para tener valor y por ende son las únicas vidas con derecho a ser vividas.
Por otro lado, las estadísticas muestran que este tipo de casos son eventos muy poco frecuentes, pues apenas representan un 0.23 % de los casos de muerte infantil. Este porcentaje es muy bajo para ser considerado y establecer una ley en base a esta. Toda vida es importante, toda vida cuenta.
Todos los que están en el vientre merecen la oportunidad.
3.-Producto de una violación o incesto.
• Estadísticamente, los embarazos producto de una violación donde la víctima es sorprendida son extremadamente raros, ya que las mujeres quedan protegidas del embarazo por causa del llamado “estrés de infertilidad”.
• En nuestro país, la mayoría de los casos de violación resultan de abuso sexual intrafamiliar o por adultos conocidos. Por ende, la legalización del aborto por causa de violación se constituiría en vía fácil de perpetuar las situaciones de abuso, pues facilitaría a los violadores el que se salgan con la suya, borrando la evidencia de su abuso, no defendiendo a la víctima.
• En el país la pena de muerte no es legal, y en caso de que fuese así, a quien correspondería cargar con dicha pena sería al perpetrador, padre de la criatura, pero jamás a la criatura fruto de la violación, ya que la misma es un ser humano inocente, también sujeto de derechos.
• Estudios revelan que el aborto no evita el sufrimiento emocional de la madre que fue violada, sino que la evidencia muestra que sucede todo lo contrario: aumentan las situaciones de salud mental de la mujer.
De acuerdo a un estudio, el 93 % de las mujeres con embarazos fruto de violación que decidieron abortar reconocieron que el aborto no solucionó sus problemas ni es algo que recomendaría a otras mujeres en situación similar.
En cambio, ninguna de las mujeres que optaron por no abortar expresaron arrepentimiento de su decisión.
• Es indiscutible que la principal solución a los problemas de violaciones sexuales contra niñas y mujeres debe ser enfocada en la prevención, protección y asistencia a las víctimas, así como en la eficientización de los procesos de persecución y judicialización de los perpetradores.
• Los esfuerzos del Estado deben dirigirse hacia la formulación y ejecución de políticas públicas destinadas a la identificación y acompañamiento de las niñas y mujeres dominicanas que se encuentren en situación de vulnerabilidad y en peligro de ser violadas, con el fin de que éstas sean removidas de los escenarios de peligro.
Enfoque estatal
El enfoque estatal nunca debería ser en la gestión de políticas destinadas a la legalización de un procedimiento que en sí constituye una violación flagrante al derecho a la vida de un ser humano y que además no saca a la mujer de la situación de riesgo en la que pudiera encontrarse, sino que la victimiza y la deja una vez más a su suerte.
Ante toda esta evidencia, queda claro que las tres causales no son realmente necesarias ni factibles en la República Dominicana. Toda presión que reciben países como el nuestro para que legalicen el aborto, responde a la imposición de una agenda ideológica foránea, movida por intereses económicos multimillonarios.
Sin duda, se trata de una estrategia repetida país tras país, cuyo primer objetivo consiste precisamente en lograr la legalización del aborto por “tres causales”. Para esto, se apoyan en la manipulación de las emociones, apelando a casos extremos y utilizando eufemismos para intentar ocultar la realidad de que lo que están promoviendo es lo impensable: una cultura de muerte de madres a sus propios hijos, y que estén orgullosas de ello y lo promuevan.
Omayra Álvarez
Directora de Juventud Con Una Misión (JUCUM)
— Perfil
Omayra Álvarez nació en Santo Domingo. Es directora de Juventud Con Una Misión (JUCUM Santo Domingo). Misionera, Pastora ordenada de la Red Internacional de iglesias Shekinah. Lic. en Administración, conferencista, coach y entrenadora certificada por John Maxwell Team.