¿Quién es el dueño del polémico y sospechoso yate Flying Fox? ¿Qué busca aquí? ¿Quiénes andaban en él? ¿Por qué un ministro lo visitó antes de ser inspeccionado por agentes de Estados Unidos y de República Dominicana? ¿Por qué fue allanado por el Ministerio Público? ¿Qué encontraron en esa mega embarcación?
Estas son solo algunas de las muchas preguntas que surgen en torno al Flying Fox, anclado en el puerto Don Diego, en aguas del río Ozama. Se ha constituido en foco de atención pública por parte de sectores ciudadanos.
Según versiones, el yate estaría relacionado con presuntos delitos de lavado de activos, tráfico de armas y otros por el estilo. Sin embargo, esa presencia flotante desata un aluvión de inquietudes, ante el hermetismo que cubre el caso.
En los últimos días fue redoblada la seguridad en torno a él, y la prensa solo ha podido filmarlo de lejos.
Todo ocurrió de viernes a viernes: primero, un super ministro fue al super yate; horas después, agentes extranjeros lo inspeccionaron, y finalmente, lo allanó el Ministerio Público.
El contraste es nítido, está a la vista: el lujo del suntuoso yate en las aguas contaminadas del inmenso Ozama. Este es uno de los afluentes más sucios del país -y del Caribe. Según Wikipedia, la polución es por la carencia de recursos correspondientes, embarcaciones hundidas o varadas, plantas eléctricas y los desperdicios que recibe de muchos barrios.
El mega lujo en la Meca del Caribe
El Flying Fox fue construido en 2019 a un costo de 400 millones de dólares. Es el número 20 de los yates más grandes del mundo.
Su dueño es el magnate ruso Dmitry Kamenshchik, de 53 años y propietario, también, del aeropuerto Domodedovo en Moscú.
Fue diseñado por la compañía alemana Lürssen, que fabrica yates personalizados.
Tiene 22 invitados, 11 cabinas, y un helipuerto para un H155 que cuesta 10 millones de dólares. Su primera navegación fue a Noruega. Ha estado en Cannes, Las Maldivas y otros lugares.
El mantenimiento cuesta entre 25 y 40 millones de dólares al año.
La tripulación es de 54 personas, con 25 cabinas extras más otras 11 de lujo para invitados.
En 2015, Dmitry Kamenshchik fue considerado como el vigésimo séptimo hombre más rico de Rusia, con un patrimonio neto de 3.8 billones de dólares.
Fue apresado y compareció ante un tribunal de Moscú por un ataque de bomba lanzado contra el aeropuerto y que mató 37 personas en 2011. Durante meses guardó prisión.-