La Delegación del Gobierno en Génova (noroeste de Italia) elevó hoy a 39 el número de fallecidos el martes como consecuencia del derrumbe de un tramo de un puente en esa ciudad italiana, un suceso que ha dejado además 16 heridos.
Agregó que 37 de los muertos ya han sido identificados mientras que a otros dos aún se les están practicando los exámenes de ADN pertinentes.
El número de heridos se mantiene en dieciséis, doce de ellos permanecen en estado grave.
El siniestro ocurrió en torno a las 12.00 hora local (10.00 GMT) del martes, cuando un tramo de unos cien metros del puente Morandi, que tiene un kilómetro de longitud y una altura de 90 metros, se vino abajo y sepultó bajo los escombros a varios vehículos.
Los equipos de emergencia siguen trabajando en la zona y se afanan por retirar los escombros con la mayor celeridad posible, unas labores complicadas que se prolongarán previsiblemente durante los próximos días, avanzó la Cruz Roja en una nota.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se trasladó el martes a Génova para valorar la situación mientras que hoy han llegado el vicepresidente y ministro de Trabajo, Luigi Di Maio, y el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli.
Se espera que en las próximas horas llegue a Génova también el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, que también es vicepresidente del Ejecutivo.
Toninelli ha exigido la dimisión de los directivos Austostrade per l’Italia, filial de Atlantia y responsable de la gestión del puente, mientras que la concesionaria ha asegurado en un comunicado que el viaducto estaba sometido a controles periódicos, sujetos a la normativa del país.