Esta noche, en la ciudad de Las Vegas -estado de Nevada, Estados Unidos- Tyson Fury, del Reino Unido, y el estadounidense y Deontay Wilder, subirán al cuadrilátero para quitarse «todas las ganas».
Disputarán el campeonato de los pesos completos avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y que está en poder de Fury quien en el 2020 destrozó en siete rounds a Wilder quien, de paso, sufrió su primer revés después de haber ganado al hilo 41 peleas (40 por la vía del nocaut).
Hasta ayer viernes las casas de apuestas de Las Vegas tenían como favorito, para salir triunfante 4-1, a Fury quien sigue con su expediente limpio de 30-0 y un empate.
El propio Fury, al responder preguntas de periodistas tras la ceremonia del pesaje, declaró que tiene como misión volver a derrotar a Wilder, incluso por la vía de la anestesia (KO), como ocurrió en el segundo combate.
Wilder y Tyson han peleado dos veces. La primera pelea resultó tablas, pese a que el británico fue dos veces a la lona producto de contundentes puños del estadounidense. Pero la segunda fue victoria para Fury.
Fury prometió que ganará esta tercera reyerta por nocaut, aunque no descarta que el pleito termine por decisión, «pero también a su favor» para así revalidar su cinturón pesado del CMB.
Wilder se ha mostrado algo «parco», aunque sí declaró en forma lacónica que «en esta ocasión la historia será totalmente diferente a lo que sucedió en la segunda pelea».
Pero, en definitiva, ¿habrá o no nocaut la noche de este sábado en el coliseo T-Mobile de Las Vegas?, se preguntaron expertos.
Ningún analista descarta que se registre un nocaut, por cualquiera de los dos peleadores. No obstante, la mayoría se inclina por Fury para ganar el combate por cualquier vía y así mantener limpia su foja profesional.