Francisco Pagán del caso Antipulpo devolvió al estado 100 millones de pesos en una negociación con el MP que le ha permitido cambiar su coerción de cárcel por arresto domiciliario. Bolívar Antonio Ventura Rodríguez del mismo caso devolvió 25 millones de pesos en una negociación con la fiscalía. En el mismo caso Wilfredo Arturo González Castillo devolvió la minucia de 4 millones de pesos después de reconocer que los había obtenido de manera ilícita.
En el Caso Coral, el de los guardias, El empresario Félix Ramos Ovalle acaba de devolver 18 millones de pesos en otro acuerdo y de paso se convierte en testigo del MP. No se sabe si devolvieron dinero el mayor Raúl Alejandro Girón y la primer teniente Jehohanan Lucia Rodríguez, expareja sentimental y madre de dos hijos del coronel Rafael Núñez de Aza, ambos de los casos Coral y Coral 5G. Pero se sabe que también negociaron con el MP.
En la operación Medusa, Rainieri Medina Sánchez, que no es de los Medina Sánchez famosos, y que estaba presa por un delito de robo, se convirtió en la estrella de la investigación aportando pruebas que condujeron hacia otros imputados. Medina Sánchez admitió haber participado en los delitos del entramado bajo investigación, tales como, licitaciones fraudulentas para beneficiar a determinadas empresas , así como también realizar ordenes “irreales” y entrada de productos incompletos al almacén de la Procuraduría, por medio de facturas adulteradas.
Estos testigos que han negociado en los tres grandes casos de corrupción aportan no solo testimonios sino pruebas y como me dijo alguien que sabe, si no tienen las pruebas saben donde están.
Les hago este recuento para que algunos entiendan que cuando el ministerio público quiere buscar encuentra y que cuando no encuentra es cuando no quiere buscar como había ocurrido con fiscales frente a los casos de corrupción de dos décadas. Todo el que ha devuelto dinero tiene que reconocer su culpabilidad y esa culpabilidad culpa a otros que en estos casos son de más nivel o importancia en cada uno de los casos.
Quienes ahora tienen una campaña contra esas negociaciones se hacen los tontos con P. Si las negociaciones fueran ilegales las tumbarían en el proceso y no lo han hecho. Hay comentaristas que están como manager de gradas, diciendo que si el corredor se va al robo se pierde el juego, deben seguir en las gradas, la justicia aun esta justicia mediatizada tiene que conocer de las pruebas.