Quizás Danilo Medina no vaya a la cárcel por corrupto pero debería ir por pendejo. No hay mente que entienda el enajenamiento mental de este hombre que intentó controlar todo en una país menos el manejo de los recursos del estado y durante ocho años.
Los políticos dominicanos se aprendieron aquello de la percepción y hasta hoy insisten en promover pendejadas mientras su razón de ser fundamental son los negocios en y con el estado.
Una se tiene que reír cuando lee hoy del proyecto de Félix Bautista y Dionis Sánchez para que niños y niñas aprendan en la escuela los daños que causan las drogas. Se están abuenando porque eso es lo que se ha hecho en los últimos 20 años.
Nos han distraído en pendejadas mientras ellos distraen el erario. Pero aunque eso es la norma una no entiende que lo sea para quien dirige la nación. Qué carajo entretuvo a Danilo cuando su cuñado multiplicaba los precios de un año para otro. Este año vendió un contador en 170 dólares, al año siguiente en 400 y el tercer año el mismo contador en más de 700. Donde estaba Danilo cuando se hicieron negocios en perjuicio del estado por más de 50 mil millones de pesos.
Bichara que parece que aprendió con su jefe dijo ayer que el no compró ni vendió. Es cierto pero él firmó. Y su firma está en negocios tan mal hechos como Punta Catalina que todavía no está en la cartelera.
Yo supongo que seguiremos escuchando de otras cosas que no vio Danilo medina o de las que no enteró y habrá que recordarle el adagio rural que dice “la mucha bondad se parece a la pendejá”