San Francisco de Macorís. La jueza del Tribunal de Ejecución de la Pena del departamento judicial de San Francisco de Macorís, Aleyda Jiménez Acosta, defendió su actuación en torno al caso del prófugo Pedro Alejandro Castillo Paniagua, mejor conocido como Quirinito.
La magistrada explicó que actuó en el caso atendiendo a recomendaciones del Ministerio Público, que indicaban que el prisionero estaba padeciendo de un cáncer terminal en la lengua.
Jimenez Acosta, quien fue suspendida de sus funciones por resolución del Consejo del Poder Judicial, dijo que dispuso el cambio de la pena, motivado a que varios médicos de instituciones tanto de San Francisco de Macorís como de Santiago, emitieron certificaciones donde aseguraban que la enfermedad del prisionero era real.
Refirió que tiene en su poder certificaciones emitidas por la Clinica Unión Medica del Norte, cuyo laboratorio de patología, Citología e Inmunohistoquímica, certificó que “el paciente padecía de un carcinoma epidermoide bien diferenciado, infiltrante y ulcerado en la lengua”, certificación firmada por el oncólogo Cesar Núñez Rojas. También, detalló que se le remitió una certificación firmada por el doctor Ángel Garabot Polanco, del Instituto Oncológico del Nordeste, quien igualmente confirmó las condiciones de salud de Castillo Paniagua.
“Tengo un certificado médico avalado por el doctor César Agusto Nuñez Rojas, oncólogo, quien depositó una certificación, y otra que la realizó el médico legista; y cuando vamos a la audiencia, yo veo el certificado médico y de inmediato solicito un tercero del Instituto Oncológico de esta ciudad, procediéndose al reenvió de la audiencia que solicitaba el cambio de la pena y ordenando la solicitud correspondiente, siendo expedida por el doctor Ángel Garabot Polanco”, dijo.
Jimenez Acosta, al defender el procedimiento, dijo que hizo todo en base a las certificaciones medicas recibida que avalaban el carcinoma.