El reñido escrutinio de las elecciones en Estados Unidos deja de momento la presidencia en el aire. Los candidatos, el republicano Donald Trump y el demócrata Joe Biden, encaran una disputa muy ajustada que dependerá, en gran medida, del resultado del voto por correo.
La batalla sigue abierta en tres Estados decisivos, Pensilvania, Michigan y Wisconsin, donde el conteo durará días. En este último territorio, con el 97% de los votos contabilizados, Biden lleva una distancia de 21.000 votos tras dar la vuelta a las cifras iniciales.
En Michigan, Biden acaba de adelantar a su rival por 0,1 puntos, pero la tendencia es que agrande esa brecha; en Georgia, la distancia con su rival republicano es de menos de dos puntos.
Nevada, en tanto, ha anunciado que reanudará el cómputo el jueves. Trump, que venció en Ohio, Florida y Texas, se ha dado por ganador y ha asegurado en una comparecencia que irá ante la Corte Suprema. “Nos están intentando robar la elección”, lanzó además desde su cuenta de Twitter.
Lo hizo después de que el demócrata pidiera esperar a los resultados definitivos, que incluyen el voto por adelantado, y advirtiera de que “corresponde a los votantes” decidir el nombre del nuevo presidente.