El 16 de septiembre del año pasado el expresidente y líder del Partido de la Liberación Dominicana, Danilo Medina, lanzó fuertes críticas a los dirigentes de la organización que critican al Comité Político y aseguró que los peledeístas se acostumbraron a “pedir logística hasta para buscar sus hermanos y llevarlos a votar”.
Específicamente Danilo dijo “la campaña más cara de la historia del país tuvimos nosotros que montarla ahora, el que trabajó conmigo sabe lo que nos pasó a nosotros en la campaña porque ya nadie quería hacer nada si no había dinero por el medio y un partido que cayó en esa condición no se merecía tener el poder”.
Que un hombre como Danilo Medina reconociera el alto costo de una derrota es significativo sin embargo estoy segura de que nadie, ni el más avezado de los analistas tiene idea de cuanto costó ese proceso electoral.
El expediente del caso antipulpo ha logrado documentar 75 millones de pesos de las empresas de Alexis Medina a las campañas del PLD y el documento precisa que eso es lo que ha logrado documentar porque el mecanismo de emitir cheques a favor de empleados para que estos a su vez lo entreguen a la organización es muy difícil de rastrear.
Dejar una parte de los jugosos contratos que obtenía el pulpo en el sector eléctrico sobre todo para garantizar la permanencia de su hermano en el poder era una especie de inversión de largo plazo en el esquema de Alexis Medina. Y eso no era difícil con sobre evaluaciones de más del 200 por ciento en las ventas que hacía en ese sector. Los 75 millones constatados resultan en una borona en buen dominicano.
Es evidente que Alexis era el principal operador de la red mafiosa constituida por el PLD y los Medina Sánchez para permanecer en el poder sin tiempo o hasta el 2044 como dijera Leonel Fernández cuando se sentía líder del grupo, pero si algo es seguro es que no era el único operador. En el caso de la OISOE se ha identificado una donación de 50 millones de pesos de las empresas del grupo Gómez Díaz para el mismo fin: la permanencia del PLD en el poder.
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Lo que ha logrado documentar el ministerio público más que respuesta genera preguntas y esas preguntas son:
1- ¿Que otras empresas hicieron donaciones similares para financiar el PLD?
2- Cuánto dinero recibió esa organización política de contratistas y suplidores del estado?
Y quizá la pregunta fundamental cuánto nos costó a los contribuyentes esas colaboraciones en la sobrevaluación de obras y servicios públicos. Nunca conoceremos los número porque los protagonistas no lo dirán. Ayer el PLD dio un número y es que el 54%.